https://studio.youtube.com/video/NmijhNU3Sh8/edit
Se equivocan quienes pretenden encontrar una sola y uniforme cultura diagüita. De ellas hay muchas formas de expresión...
Vemos en el Norte agrupaciones que intentan rescatar la cultura primigenia. Originaria. Y aprenden de los cerros y del desierto los sonidos ancestrales. Es notoria su forma diferente de hacer música y de cantar, la forma como combinan los instrumentos, la forma como se mueven en círculos etc.
Sin embargo en el caso nuestro los 300 o más años de colonialismo han calado hondo en la consciencia de nuestro Pueblo.
Los bailes chinos son una manifestación del fervor popular y al mismo tiempo un ejemplo de como la Iglesia Católica ha logrado aunar ese entusiasmo en beneficio de sus propios intereses. La mujer combativa diagüita es venerada a través de una virgen que convierte lo imposible en posible y que hace milagros. El respeto a los niños, tan propio de los diagüitas, ha sido convertido en el reverenciar al Niño Dios de Sotaquí, etc, etc.
De alguna forma la Iglesia ha sido un cobijo para las creencias de los Diaguitas, adaptándolas a sus propios intereses. Esa es la realidad hoy. Negar esa realidad es incoherente con lo que realmente sucede aquí y ahora, es tapar con un dedo lo que no queremos ver. Esto no solamente compete a los más viejos. Los jóvenes diaguitas se incorporan masivamente a esas agrupaciones
de música y bailes religiosos. El Maestro Jesús, como su madre, dejó incuestionablemente en nuestro pueblo Diaguita la necesidad de Paz Social, Paz entre las diferentes culturas, necesidad de abundancia y de Unidad en torno a las cosas que el mismo considera fundamentales.
Paralelamente a ellos surge la necesidad de que personas y agrupaciones “cultas” también hagan esfuerzos por rescatar nuestra cultura. Lo hacen a su manera, lo valorable es su intención de contar, con los medios modernos la historia de nuestro pueblo.
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