Busco un “buen” profesor que me haga perder la tosudez
En la escuela me enseñaron que los diaguitas eran tan poca cosa
Que, tal vez por eso, se habían EXTINGUIDO, insinuaron
que los mapuches eran caníbales y por eso despreciables,
que los aymaras parecían bolivianos y por eso cobardes.
No creí nada de eso y me negué a aprender…
Todo el resto era fácil, las matemáticas y la biología,
pero me era imposible esa ideología,
además de no aprender, no quería saber…
Porfié que profesores, escuela y estado
eran ignorantes o bribones, pero equivocados.
Eso, y otras similares porfías me significaron
luego, 16 eternidades en exilio, obligado.
Allá porfié y seguí sin consentir esa infame e indigna asignatura,
Por el contrario, aprendí a llorar
Las lágrimas de todo hermano amerindio.
Sufrí la desnutrición de las guaguas maya, garífunas,
el hambre adolescente de Lencas y Cacaoperas.
La explotación de los adultos jóvenes Matagalpa,
Los dolores de todos los indios viejos, y su mear con sangre.
Aprendí que habían otras asignaturas: solidaridad,
entrega al vulnerado, amor a mi raza, respeto al otro Aprendí a apretar otras manos y a vivir en unidad y a estar orgulloso de mostrar mi piel morena.
Regresé al nunca extinguido hogar pensando
que ya nadie me enrostraría la reprobada asignatura. Pedí bendiciones para una nueva comunidad que nacía de nuevo, aquí, mis hermanos me muestran que repruebo.
Un desorientado me reprendió por pedir aquello tan extraño si no era en su lenguaje, el único puro, el verdadero cacán. según el vecino el quechua sería el verídico, y yo, y la mayoría ¿qué somos, si no hablamos ni uno ni otro?
La asignatura citada parece ser muy famosa en mi pueblo dos candidatos a maestros, me dieron lecciones de separatismo;
uno porque no nos declaramos enemigos de su personal contrincante, la otra porque su genialidad le dice que las cosas “no se hacen asi”.
Alguien me quiso mostrar que divididos en feuditos
vencer la discriminación y la ignorancia sería posible; Otro pretendió demostrar que estar cerca nuestro era delito o pecado, si la guerrera diaguita tenía certificado mapuche.
Confieso que la asignatura del desprecio me es muy difícil,
Maestro Rancatoc, si me equivoco, muéstrame el correcto camino: haz entonces que se presente el “INIGUALABLE” profesor que pido o dame paciencia y fuerza en los años que me quedan para borrar para siempre esta asignatura innatural del currículo diaguita…
Anciano Diaguita 2021 - 2022
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